Retrato: La esencia de una persona a través de la fotografía

Según la Real Academia Española, “retrato” (proveniente de ritratto) alude a la combinación de los rasgos externos e internos de una persona. En la fotografía, éstos son un tema recurrente que reúne una serie de iniciativas artísticas que giran en torno a mostrar las características de alguien capturando con el lente la esencia del objeto de inspiración. “El retrato es el arte de registrar lo intangible desde lo intangible, es decir, registrar el aspecto exterior en base a su interior”, señala Rafaello Roasenda, fotógrafo y futuro docente del taller de Fotografía de Retratos en Fotodesign a realizarse en Octubre.

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A partir de los inicios de la fotografía, los retratos se encuentran presentes. En épocas anteriores donde la tecnología no permitía tomar cientos de imágenes con un dispositivo que cabe en la palma de la mano, los fotógrafos ambulantes o dueños de estudios, pasaban sus días capturando imágenes de sus clientes. En el siglo XIX, debido a aquella necesidad de la burguesía por representar fielmente al hombre y la naturaleza, los retratos alcanzan su apogeo hasta convertirse en uno de los estilos que más adeptos ha logrado alrededor del mundo. “Es importante bucear psicológicamente en el personaje que tienen en frente. Crear una relación interpersonal con quien pone su imagen a disposición y capturarlo fielmente, es una sublimidad ”, comenta Rafael.

Aún cuando parezca sencillo tomar una imagen de una persona, las técnicas para lograr capturar la esencia de un ser requieren del cuidado de muchos detalles, tales como la composición o el encuadre. “Caspar Davis señalaba que el pintor no debería pintar lo que se encuentra enfrente, sino que aquello que ve en su interior”, dice Rafael. Por ello, un fotógrafo no debe hacer retratos sin primero conocer algo sobre la personalidad del sujeto en cuestión.

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A pesar de que cada creativo encontrará su estilo durante la práctica, existen algunos consejos que se pueden tomar en cuenta al momento de encontrarse frente al desafío:

Elegir el objetivo adecuado

Desde las pinturas rupestres, el ser humano ha intentado mostrar aquello que le rodea con la mayor veracidad posible. Por ello, para la fotografía de retrato, suelen recomendarse focales fijas u objetivos zoom por su amplia cobertura de diafragma y buena calidad. Es importante decidir que se desenfocará en el fondo al momento de apretar el botón.

Ajustar la apertura F

Debido a la necesidad de resaltar el sujeto que protagonizará el retrato, es fundamental tener en cuenta la profundidad de campo.

Enfocar los ojos

Sin duda alguna, es una de las primeras reglas al momento de comenzar a ahondar en la fotografía de retrato. La mirada en las personas, es una cualidad muy particular que se debe resaltar.

Controlar la luz

Dependiendo del tipo de retrato que se decida tomar, la luz siempre será un elemento fundamental para realzar o esconder facciones a través de las sombras.

Entregar el tiempo necesario para encontrar la fotografía ideal

Es realmente importante que se genere un ambiente de confianza entre el fotógrafo y la persona al momento de hacer un retrato. Para ello, es recomendable estudiar los mejores ángulos y no disparar sin cuidado, teniendo en cuenta cada opción hasta encontrar la adecuada.

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